En palabras de Olafur “La exposición abordará aquello que se encuentra en el límite de nuestros sentidos y del conocimiento, de nuestra imaginación y de nuestras expectativas. Tratará del horizonte que divide para cada uno de nosotros, lo conocido de lo desconocido”.
Si tuviésemos que elegir un objeto que defina el proceso perceptivo para este gran artista apasionado de la ciencia y la geometría, podríamos presentar un gran caleidoscopio de formas y colores, que cambian en función de los ángulos de rotación. Es así cómo cada sujeto aborda su presentación del mundo en un balanceo constante entre el sentir y el conocer.
He ahí la magia perceptiva, que se ve alterada desde la propia fisionomía del ojo que mira hasta cada vivencia o recuerdo.