Simulación de la instalación de Sánchez Castillo

La escultura «Burro Grande», de Fernando Sánchez Castillo, se ubicará definitivamente en El Carpio.
La pieza, realizada con motivo de la reciente edición de la Noche en Blanco de Madrid, representa la silueta de un pollino, al estilo del toro de Osborne y ha sido realizada en la Fundición Capa en chapa pintada de negro con unas medidas que exceden los 14 por 9 metros. La escultura pesa 2.000 kilos y debido a sus grandes dimensiones ha sido necesario contrapesarla mediante una carga de 16 toneladas.

Tras su exposición en la madrileña glorieta de Atocha, la intención del autor ha sido regalar, mediante una convocatoria de concurso público, esta monumental escultura a cualquier municipio español que «acredite su interés por la misma y una trayectoria sólida de compromiso con el arte contemporáneo». El jurado, formado por el autor de la obra, el comisario invitado de La Noche en Blanco, Rafael Doctor; el comisario y crítico de arte Octavio Zaya, y el director de La Noche en Blanco, Pablo Berástegui, valoró especialmente el compromiso continuado de El Carpio con el arte contemporáneo, así como la idoneidad del lugar elegido para la ubicación de la obra. «El Carpio ha demostrado a lo largo de los años un fuerte compromiso con el arte contemporáneo a pesar de sus escasos recursos, y ofrecía un emplazamiento ideal para esta escultura», señalaron los miembros del jurado. El burro, que gozará de una gran visibilidad en su nuevo emplazamiento, estará ubicado en un nudo de comunicaciones junto a la autovía del sur a su paso por la localidad cordobesa.

Sánchez Castillo, acostumbrado a reinterpretar nuestros simbolos dotándolos de un nuevo significado, acogió el encargo de Rafael Doctor con la intención de crear una obra de arte inspirada en un cartel publicitario, el toro diseñado en 1956 por Manolo Prieto, «que a su vez se ha convertido en patrimonio y parte del paisaje de la… Península». «Burro grande reflexiona sobre la animalidad de los nacionalismos». En el trasfondo de la obra está la polémica en torno al toro de Osborne como símbolo de españolismo repetido mil veces en camisetas y pegatinas para el coche. En Cataluña, donde el único cartel taurino ha sido reiteradamente derribado, se creó como alter ego del toro el ruc catalá (la silueta en negro de un burro autóctono).

Al colocar su «Burro Grande» en Madrid, Sánchez Castillo ironiza sobre esta polémica y va más allá. «Es una obra con muchas lecturas: frente al caballo aristocrático y militar, los valores del burro son los del pueblo, está asociado al campo, a las clases populares, encarna el día a día; frente al toro atávico el burro es cotidiano, representa la templanza frente a lo irracional… Y con tantos toros en las carreteras había que equilibrar la balanza».

El Carpio, localidad situada a unos 30 kilómetros de Córdoba que cuenta con algo más de 4.000 habitantes, celebra desde el año 2002 las jornadas de intervención artística en el espacio natural y urbano Scarpia. En su paisaje y enclave urbano, se han realizado en estos años más de 120 intervenciones y alrededor de 100 conferencias de arquitectos, paisajistas y artistas de reconocido prestigio como Daniel Canogar, Maider López, Rogelio López Cuenca o el propio Fernando Sánchez Castillo.
(Ars Operandi)

SCARPIA