Existe en la tradición de los ojibwa una historia que explica su origen. La leyenda habla de una mujer araña, llamada Asibikaashi, que cuidaba a los niños y a la gente de la tierra. Para ella se hizo difícil cuidar a todos los niños cuando el pueblo ojibwa se dispersó por América del Norte. Por eso, madres y abuelas tuvieron que comenzar a tejer redes de propiedades mágicas que atrapaban los malos sueños y pesadillas para proteger a los niños.
Esta temporada escolar, los más
pequeños crearán divertidos atrapasueños imitando a las máximas tejedoras de la
naturaleza, las arañas.
Siguiendo la tradición ancestral
del poblado ojibwa y de las antiguas comunidades indígenas de Norteamérica,
atraparán los malos sueños dejando solo buenos augurios en sus coloridas composiciones realizadas con
elementos naturales como plumas y lana.