Estos días ha sido noticia el 90 aniversario del metro de Madrid, promovido en la época por Alfonso XIII.
Pero aparte de nuestro patrio subterráneo… también es memorable el de la ciudad de Nueva York.
Desde el mes pasado, los 69.000 neoyorquinos que viajan en el metro a diario en la estación Columbus Circle, en la calle 59, tienen una nueva atracción visual. Whirls and Twirls (Remolinos y vueltas) es una obra que el artista conceptual Sol LeWitt realizó a pedido de las autoridades oficiales.
La obra, para la que se invirtieron 108 millones de dólares, acaba de inaugurarse y forma parte de un proyecto de lavado de cara que la ciudad quiso regalarle a la estación. Sol Le Witt, ya fallecido, era de Connecticut. Sin embargo conocía Nueva York y solía viajar siempre en metro debido a que no tenía licencia de conducir.
Cuando se le encargó la obra, le dijeron al artista que eligiera cualquier lugar de la estación para realizar la obra y ésta se hizo en la pared de arriba de las escaleras porque es la más transitada. La obra es una pared gigante que explota de color en curvas y ondas. La paleta elegida y la escala monumental llaman la atención.
La ciudad de los rascacielos nos vuelve a ofrecer una excusa perfecta para visitarla y poder disfrutar, además del arte de uno de los artistas más importantes del siglo XX.