O al menos eso se podría pensar después de ver la fuente o «instalación» que el artista realizó este pasado verano en Córdoba.
«Appearing rooms» es una escultura acuática en la que chorros verticales de agua van desapareciendo o apareciendo a medida que se acercan o se alejan las personas. La obra fue creada en 2004 y ha sido expuesta en el centro de Córdoba.
Os dejamos un divertido vídeo: watch?v=QliCz0BN4VU