Nos somos pocos los que hemos leído paginas y páginas sobre los remotos proyectos de los artistas llamados, land-artists.
El movimiento Land Ó Art surge a raíz del descontento de algunos artistas residentes principalmente en la ciudad de Nueva York ante las instituciones artísticas, y en reacción al cubo blanco como lugar de exposición. Artistas como James Turrell, Roberts Smithson, Dan Flavin, Walter de Maria y Donald Judd entre otros deciden alejarse de los núcleos urbanos en busca de grandes espacios abiertos, lejos de las grandes ciudades, lugares desérticos de difícil acceso y con pocas posibilidades de ser visitados. Los lugares elegidos por estos artistas cuya idea era la de volver al territorio virgen fueron principalmente desiertos, marismas, montañas, volcanes etc. la gran mayoría de ellos ubicados en la región de Texas, donde el inmenso desierto separa los Estados Unidos de Méjico. Los proyectos son iniciativas individuales de cada artista y en algunos casos apoyados por la fundación DIA cuyos patrones decidieron apoyar algunas de las iniciativas de estos artistas contemporáneos mediante el mecenazgo en la producción de muchos de estos proyectos de dimensiones monumentales. Proyectos como el Lightning Flied (1969) de Walter de Maria, El spiral Jetty (1970) de Robert Smithson, el Doble Negative (1969) de Michael Heizer, y Roden Crater de James Turrell son realizados independientemente pero de forma contemporánea. Todos ellos se caracterizan por sus sobredimensiones, por encontrarse en lugares prácticamente inaccesibles y por ser específicos para el lugar que fueron diseñados.
Hay escritos que defiende la actuación de alguna de estos artistas como proyectos en los que los artistas querían volver a encontrarse con la naturaleza y salir de las exposiciones institucionalizadas y otros que los critican por su afán megalómano y «macho» en el que los las maquinas bulldozers invaden el terrero para realizar estos proyectos de presupuestos elevados, e inaccesibles para el público.
Si uno tiene la oportunidad de poder ir a visitar alguno de estos proyectos, puede darse cuenta de lo sublime y único de cada una de estas acciones llevadas a cabo en lugares remotos.
A través de proyectos como el Roden Crater de James Turrell uno tiene la posibilidad de vivir la experiencia de estar y ver la magnitud del desierto de Arizona.
Lo humano se vuelve inexistente, todo es espacio y naturaleza. Es la naturaleza en su máxima escala. Este proyecto en concreto se encuentra en uno de los mas de 400 volcanes de Arizona.
La magnitud del mismo se puede medir por encontrarse en el interior del volcán, pero el impacto en el paisaje es mínimo.
James Turrell lleva mas de 30 años trabajando en este proyecto, todavía cerrado al público. Con motivo de su próxima retrospectiva en el Guggenheim de Nueva York se a a proceder a su apertura siempre con cita previa.
Lo que ha logrado Turrell con este proyecto establecer vínculos entre el cielo y la tierra, entre la línea donde se cruza el cielo con la tierra, entre el interior y el exterior entre el ser humano y la naturaleza. Además a través de este proyecto en el que uno se adentra dentro del interior del volcán para poder percibir el cielo, nos damos cuenta del continuo movimiento de los astros, y de la tierra como planeta en el que vivimos.
Mediante el aislamiento de elementos como la luz, el sonido y el movimiento todos ellos toman una nueva dimensión y por lo tanto la percepción de los mismos se vuelve una experiencia única.
Miles de pensamientos y sensaciones desconocidas ocurren desde el interior del volcán:
Como es que el cielo puede cambiar de color desde el interior del volcán???
Como es la experiencia física del sonido??
el cielo como cúpula del mundo.
El paisaje no como escenario sino como lugar activo, membrana dinámica, campo de energía…
Sin duda después de visitar una obra como el Roden Crater uno no vuelve a ser el mismo. El espacio, el tiempo, el ser humano, la naturaleza, el cosmos, los astros toman una nueva dimensión anteriormente desconocida.
Es por ello que consideramos proyectos como este visita obligada… Si!!! están lejos, lugares remotos pero es una buena excusa para huir y desaparecer y poder acariciar la verdadera naturaleza. Igualmente con proyectos como este uno toma consciencia de lo insubstancial del mercado del arte, de las modas artísticas, de los artistas «fashion» y de que el verdadero lo podemos encontrar en lugares remotos.