La cantidad de lugares periféricos que están surgiendo con eventos culturales de relevancia a través de bienales, centros de arte y ferias nos hace reflexionar sobre la periferia en oposición al centralismo. ¿Sigue siendo esencial formar parte y vivir en un núcleo central como las grandes capitales del arte para sobrevivir dentro del sistema cultural? ¿Un artista que vive en la periferia está en desventaja en comparación con uno que vive en un centro urbano cultural? ¿La supuesta globalización, Internet y los nuevos medios de comunicación han alterado la condición de aislamiento asociada a la periferia? ¿Se encuentra un centro de arte situado en la periferia en desventaja con uno localizado en un núcleo urbano o es ante todo la relevancia e innovación de su programación lo que se tiene que tener en consideración?