MICHAEL LIN. JARDÍN PASADIZO, 2003.

Cuadros, paneles, cojines, sillones, camas, suelos, paredes, techos son algunos de los soportes que Michael Lin utiliza para la realización de sus obras. Rompiendo con el convencionalismo del óleo sobre lienzo, el artista nos adentra en un  nuevo mundo donde sus pinturas y telas invaden todo el espacio con una explosión de color.

El proceso de creación de Lin refleja la fabricación industrial de los tejidos y artes decorativas tradicionales. El artista contrata a equipos de asistentes que se adaptan a un método de trabajo similar al de la fabricación en serie, situándose así entre la tradición más clásica y la modernidad.

En uno de los barracones de la Fundación NMAC, Lin ubicó cuatro paneles que dividen el barracón de recepción de la fundación en cinco espacios. Cada panel tiene una puerta circular y la pared del fondo fue sustituida por un cristal para poder divisar el jardín exterior. De este modo, “Jardín Pasadizo” juega con la idea de reutilización y transformación del espacio mediante la recreación de un jardín chino dentro del barracón. La filosofía de los jardines chinos radica en la relación entre el interior y el exterior, el poder moldear la visión sobre el paisaje al gusto de uno mismo, creando segmentos y encuadrando la visión en un juego de perspectivas entre los diferentes espacios dentro del propio jardín.

“Siempre intento elegir espacios o edificios que estén en funcionamiento, porque no quiero que mi trabajo se convierta en el punto de mira”

“Jardín pasadizo evoca la percepción china de interiores proyectados hacia la naturaleza exterior. Contemplando la naturaleza desde el interior, lo espacial obliga al edificio a revelar otro modo de posicionarnos para encontrar el ángulo exacto que nos permita mirar hacia el exterior, algo así como si estuviésemos usando una lente”

Michael Lin

“Una obra muy marcada por los patrones decorativos orientales, pero donde el espectador ve modificadas sus expectativas a cada paso y el  paisaje amable puede convertirse al volver la cabeza en el típico camuflaje usado por los militares en las guerras”

Jose Iñiguez, Diario de Sevilla